El padre de la sardana se inspiró para su creación en las zarzuelas
A mediados del siglo XIX la sardana deviene el baile de moda del Empordà | La sardana, emblema del republicanismo federal, y el “contrapàs”, de los carlistas
JOSEP PLAYÀ MASET | Figueres | 04/10/2009 | Actualizada a las 01:57h | Cultura
El catalanismo político de finales del siglo XIX convirtió la sardana en la danza nacional de Catalunya y al músico Pep Ventura (1819-1875) en un mito venerado por todos los públicos. Y para ratificar esos valores se reinventó la biografía del músico de Figueres y algunas sardanas de tonos bélicos o con referencias a las zarzuelas y óperas de moda quedaron proscritas porque no encajaban en el discurso más purista del catalanismo. Un proceso de mitificación que ahora se revisa en una novedosa exposición en Figueres.
Pep Ventura abans del mite: quan la sardana era un ball de moda es el título de la exposición que puede verse en el Museu de l’Empordà hasta el 1 de noviembre. La muestra ha sido comisariada por la historiadora de la música, Anna Costal, que es también tenora de la cobla Vila d’Olesa y trabaja en una tesis sobre el mismo tema. Y se complementa con un catálogo, a punto de ser presentado, con aportaciones de Joan-Lluís Marfany, Pere Gabriel, Jaume Ayats, Francesc Cortès y Aurélie Vialette, entre otros. Además se ha grabado un CD a cargo de la Orquestra Nova Pep –formación creada para la ocasión– y la Nova Euterpe –un cuarteto vocal de Vic–. “Por primera vez se ofrece la música de Pep Ventura sin auras míticas ni legendarias, la música que sonaba en Figueres, cuando en el teatro Municipal actuaban compañías italianas de ópera, las sociedades corales eran la voz de la clase obrera y los jóvenes republicanos bailaban sardanas revolucionarias”, ha explicado la comisaria Anna Costal a propósito de ese sorprendente CD. Por esa razón, en el disco no se han grabado ni el Per tu ploro ni otras célebres composiciones de Pep Ventura. Al contrario, se reproducen piezas como Sardana de la Sonàbula, que recoge fragmentos de una ópera de Bellini estrenada en Figueres en 1866, y otras sardanas del Avi Pep, inspiradas en zarzuelas, como El diablo en el poder de Barbieri, o en canciones revolucionarias como La cançó del 6 d’octubre o el himno de Riego.
Costal explica que en aquellos años “muchos músicos de orquesta también formaban parte de las orquestas de los teatros y combinaban las óperas y zarzuelas en los escenarios, los bailables en los salones y las sardanas en las plazas”. Y gracias a la versatilidad de estos intérpretes, los diversos géneros musicales se mezclaban con facilidad. Sin embargo, Josep Pella i Forgas, en su popular Historia del Ampurdán (1883); Jacint Verdaguer, en su poema L’Empordà (1884); Joan Maragall, en sus elogios de la sardana y de las tierras ampurdanesas, o Josep Pous i Pagès y Pere Coromines, en las primeras biografías de Pep Ventura, depuran esas supuestas desfiguraciones. Aquellas sardanas que en las plazas de pueblos y ciudades eran acogidas con más entusiasmo por estar basadas en fragmentos de los éxitos de las temporadas de ópera y zarzuelas más recientes no sólo no se citan, sino que se consideran pecados de juventud atribuibles a la escasa formación musical de Pep Ventura. “Desde el principio –escribe Josep Pous i Pagès– el músico ampurdanés pagó también tributo a la chabacanería de la época, poniendo en ritmo de sardana los motivos de los operistas italia-nos más a la moda. Pero ¿cómo podía librarse, pobre músico aislado en un rincón del mundo, de rendir homenaje a lo que era tenido por indiscutiblemente superior, en opinión de las personas letradas?”.
, Per, Dalí
Lo que se intenta transmitir a partir de la Renaixença es que la sardana, que pronto se extiende por toda Catalunya, es una danza de raíces helénicas, vinculada de antiguo al folklore catalán y sin relación con otras músicas contemporáneas. Se ensalza a Pep Ventura como el gran renovador de la sardana, el compositor de orígenes humildes capaz de levantar una danza pura, fraternal y moralizante que representa lo mejor del país.
La exposición del Museu de l’Empordà intenta descifrar ese mito romántico recurriendo a las partituras originales de esas sardanas, incluso con la reproducción en audio de varias de las más conocidas, y a documentos, instrumentos y fotografías de época. En el primer ámbito se explica el oficio de músico, compatible con los de sastre (parece que Pep Ventura lo fue también en sus inicios), zapatero, baster o cadiraire. Se dice que los menestrales disponían de una flexibilidad horaria indispensable para poder ir de bolos los fines de semana.
En el segundo y el tercer espacio se plantea la sardana como baile de moda ampurdanés y como emblema republicano federal por contraposición al ball del contrapàs, que era defendido y reivindicado por los carlistas. Aquí se muestran instrumentos como la tenora que utilizó Pep Ventura, actualmente en el Museu de la Música de Barcelona.
Finalmente se analiza la imagen catalanista de Pep Ventura y la creación del mito. En este último ámbito se expone desde el primer disco de piedra de sardanas, que la cobla Antiga Pep de Figueres grabó en 1908 en París para la casa Pathé Frères, hasta los distintos libros sobre Pep Ventura, los dibujos de Dalí y los carteles de los festivales de homenaje que se celebraron en Figueres a principios del siglo XX para perpetuar la memoria de este músico.
Pep Ventura
José María Ventura Casas (Alcalá la Real, Jaén, 2 de febrero de 1817 – Figueras, Gerona, 1875), fue un músico y compositor .
Nacido en la localidad de Alcalá la Real, en la provincia de Jaén, donde su padre, un militar de baja graduación, estaba destinado en las operaciones de represión del bandolerismo que siguió a la Guerra de la Independencia Española, se trasladó a Rosas, en la provincia de Gerona en 1819 al ser destinado su padre a esta ciudad.
La Ciotat Pep Ventura en Figueras.Huérfano de madre a los seis años se queda a vivir con su abuelo, sargento en la compañía de Rosas mientras su padre está destinado en la guarnición de Tarragona. A los trece años va a vivir con su padre en Figueras.
A los quince trabaja como aprendiz de sastre en el taller de Joan Llandrich quien además de sastre es también militar y director de la Cobla de Figueres, con cuya hija María se casaría en 1837. Mientras tanto también ha aprendido a tocar diversos instrumentos y solfeo ejerciendo en la cobla, primero de músico y después, en 1848 como director.
Se le considera el ‘padre de la sardana’ por la profunda transformación que imprimió a estas composiciones, basada en la inclusión de nuevos instrumentos, especialmente la tenora desde 1840 y su disposición en la cobla, que imitarán otras formaciones musicales de este tipo.
Su actuación ante la reina Isabel II de España en el Monasterio de Montserrat junto a otros artistas de la Renaixença le consagran como una figura en el mundo cultural catalán.
Enviuda en 1864 y en honor de su esposa María compone la sardana ‘Per tu ploro’ (Por ti lloro) que se estrenará en Cabanes, en la provincia de Gerona en 1875 unos meses antes de su muerte.
http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Ventura
El Gobierno catalán inicia el proceso para declarar la sardana danza nacional
Archivado en:cultura, costumbres, tradiciones, danza, sardana, cataluña
EFE Actualizado 05-05-2009 17:12 CET
Barcelona.- El gobierno de la Generalitat ha acordado hoy iniciar el proceso para declarar la sardana “danza nacional de Cataluña”, en el marco de la regulación del patrimonio cultural intangible, según ha informado el ejecutivo al acabar su reunión semanal.
(EFE)El gobierno de la Generalitat ha acordado hoy iniciar el proceso para declarar la sardana “danza nacional de Cataluña”, en el marco de la regulación del patrimonio cultural intangible, según ha informado el ejecutivo al acabar su reunión semanal. EFE/Archivo
Considerada una de las expresiones “más relevantes de la cultura popular y tradicional catalana”, la sardana, sin embargo, no se ha reconocido nunca oficialmente como la danza nacional de Cataluña, y es en este contexto en el que en 2008 la Federación Sardanista de Cataluña impulsó una campaña a la que ya se han adherido en total 194 ayuntamientos.
Esta danza, que se baila en grupo y en círculo, empezó a arraigar en la comarca gerundense del Empordá; desde finales del siglo XIX se extendió por toda Cataluña y en 1871 llegó a Barcelona.
De la antigua danza del contrapaso, se evolucionó hasta la sardana corta y fue el compositor Pep Ventura quien reformó su estructura musical, ampliando la cobla y convirtiéndola en danza contemporánea, popular e interclasista.
El movimiento sardanista creció de la mano del catalanismo político y adquirió la condición de símbolo durante las dictaduras de Primo de Rivera y de Francisco Franco.
Actualmente, cada año se celebran más de 3.500 bailes o audiciones en Cataluña, así como en otras ciudades de España, y en el extranjero se celebran más de 200 “aplecs” (fiestas sardanistas).
Asimismo, existen centenares de grupos, diferentes federaciones y entidades que, desde mediados del siglo XX, han generado un movimiento centrado en esta danza en el que también participan investigadores musicales e historiadores.
http://www.soitu.es/soitu/2009/05/05/info/1241536330_290897.html
Más información.
http://www.elpregonero.info/bailes-sardana-curta.htm
Història
Vida del compositor de sardanes figuerenc Pep Ventura
El carrer Avinyonet de Figueres és on es va criar el futur compositor de sardanes Pep Ventura.
Josep m. Bernils Mach *
El proper dissabte es compliran 132 anys de la mort de Pep Ventura, l´home que va reformar la sardana i la va convertir en la dansa tradicional de Catalunya. Tots sabem que Josep Ventura i Casas, que seria conegut com «En Pep de la Tenora», va néixer a les set de la tarda del dia 2 de febrer del 1817 a la població d´Alcalá la Real, a la província de Jaén, en una circumstància accidental ja que el seu pare hi havia estat destinat temporalment com a caporal del Grup de Tiradors de Catalunya número 1, però les seves arrels familiars eren totalment catalanes. El seu pare era oriünd de Roses i la seva mare de Manlleu. Sobre aquesta catalanitat d´en Pep Ventura, l´escriptor Pere Corominas, autor del llibre Vida d´en Pep de la Tenora, publicat el 1953, concreta que només va estar absent de Catalunya 27 mesos i 26 dies. El 1819, la família ja va tornar a Roses.
Aquells anys d´inicis del segle XIX van ser difícils en el país pels diversos conflictes que hi van esclatar, en els quals el seu pare hi hagué de participar, fins que l´any 1828 es va retirar. Mentrestant, la seva esposa havia mort el 1823 de tuberculosi. El noi Pep Ventura, que encara era ben petit i sense mare, va anar a viure amb els avis a Roses. El 1830, quan ja tenia tretze anys, el pare i el fill es van traslladar a Figueres on, el pare, es dedicà a mestre de minyons.
Aquí, en Pep va entrar de dependent a la casa del calçater Llandrich, que tenia la botiga al carrer de Girona, i que coneixia el pare d´en Pep. Allà va començar l´ofici de sastre. En Llandrich era músic i amb ell també va aprendre solfeig. Quan tenia vint anys es va casar amb la filla del botiguer, que era tres anys més gran que ell, i va entrar de músic a la seva cobla, una activitat que marcaria tota la brillant història professional d´en Pep. En va ser-ne cap de la cobla en el 1848, en morir el seu sogre.
Pep Ventura vivia al carrer d´Avinyonet que en aquell temps era el vial que anava des de la pujada del Castell fins al Parc i que el 1906 la societat Coral Erato, que hi tenia l´estatge, va demanar que fos canviat pel nom de carrer d´en Pep .
En el llibre de la biografia que va escriure Pere Corominas, es diu que alguns dels músics de la seva cobla sabien més solfa que no pas en Pep i que quan els duia una nova sardana per assajar-la, li esmenaven errades que no eren filles d´una distracció, sinó de la seva ignorància. Això li produïa una mortificació, però que li donava més mèrit.
El cronista també diu que en Pep tenia una gran vena melòdica, encara que no sabia harmonia ni piano, però que tocava la guitarra, la flauta, el flabiol, el clarinet i la tenora. En aquells temps els músics percebien un sou de vuit a deu pessetes cada dia i feien el trasllat en tartanes des de Figueres fins als pobles on havien d´actuar.
El 1860 va néixer el seu fill Benet i quatre anys després es va morir de sobte l´esposa d´en Pep, el qual es tornà a casar a final del mateix any i les cròniques diuen que va ser una bona mare per al fill d´en Pep al qual va tenir una amorosa cura.
Per la festa de Sant Vicenç, a inicis de febrer de 1875, la cobla fou llogada per anar a tocar una audició de sardanes a la festa major de la vila de Cabanes. Feia uns dies que en Pep malaltejava. Presumptament, com a promoció de la seva mort, Pep Ventura va incloure la sardana Per tu ploro en el programa de festes. Va passar unes dies amb una febre suau, però seguida i constant. Va morir el 24 de març del 1875, el dia del Dimecres Sant. Havia demanat als companys que acompanyessin les seves restes al cementiri interpretant algunes de les seves sardanes, però no fou possible. Era el Dijous Sant i en aquell temps no es permetia interpretar música aquell dia. Els companys varen fer el seguici en silenci i els instruments sota el braç.
Figueres el 1830
En aquesta petita biografia d´en Pep podem preguntar, com era la vila de Figueres en aquell temps?
El 1830, Figueres tenia 7.252 habitants i abundaven els artesans, fabricants i comerciants. Aquell fou un any d´intensa activitat urbanística ja que dos anys abans l´alcalde, que aleshores era el governador militar del castell, Joaquim Caamaño , va proposar portar a cap el projecte de la cobriment de la ribera que creuava descoberta per tot el centre de la vila i amb la qual es formaria un gran passeig que posteriorment s´anomenaria la Rambla. Possiblement en Pep, des de la botiga on treballava al carrer de Girona, hi hauria anat a veure les obres que van durar dos anys. Es va formar la gran esplanada que fa facilitar l´allargament del nucli urbà de la vila pels avui carrers de Sant Pau i Vilafant i que la població experimentés un gran creixement comercial i demogràfic, que el va convertit en la capital del Partit Judicial.
En aquells primers anys de la joventut d´en Pep foren difícils pel país espanyol ja que es van iniciar la guerra dels carlistes i a la zona de Figueres hi hagué una petita incursió l´any 1835. Igualment va veure la desaparició dels tres convents d´ordes religioses que hi havia a la vila, el de franciscans, de caputxins i de benedictins en l´aplicació de la llei del govern de desamortització.
Entre ells va poder observar, poc després, la inauguració del col·legi d´Humanitats, que seria l´Institut Ramon Muntaner, que es va instal·lar a l´edifici de l´exconvent de franciscans, i en el qual consta que a les darreries de la seva vida Pep Ventura hi donava lliçons als interns d´aquell centre.
També va presenciar, el 1842, l´inici de les activitats polítiques del figuerenc Abdó Terradas, que crearia el primer partit d´idees republicanes, encara que no es coneix cap activitat política d´en Pep. Igualment va tenir l´ocasió d´admirar el gran renaixement arquitectònic de Figueres amb els diversos edificis neoclàssics del gran arquitecte municipal Roca i Bros, entre ells el Teatre Municipal, inaugurat l´any 1850 i que avui es la seu del Museu Dalí. Va presenciar la instal·lació de les primeres fonts públiques pels carrers de la vila amb les aigües sobrants del castell, els primers fanals de gas per il·luminar els carrers, la construcció de la nova carretera de Roses i de Besalú i les obres de l´estesa de la via del ferrocarril que havien motivat una gran activitat laboral però que no va poder veure l´arribada del tren ja que es produiria dos anys després de la seva mort. També va gaudir de la formació de les societats recreatives entre elles el Casino Mestral i la Societat Coral Erato.
Ja cap al final de la seva vida, va veure el canvi del règim polític d´Espanya amb la implantació de la Primera República en el 1873, on el figuerenc Joan Tutau va ser ministre d´Hisenda, i tot seguit la reposició de la monarquia. El 1874, va tornar a veure el perill dels carlistes que el dia 28 de maig van intentar un assalt a la vila amb tota una gran preparació tàctica, però l´aferrissada defensa que d´ella en feren els figuerencs els va fer fracassar. L´any següent aquesta acció li valdria a Figueres el títol de ciutat que fou atorgat pel rei el 19 d´octubre de l´any següent. Però en Pep Ventura ja havia mort.